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El hombre justo


Cauteloso como el que atraviesa un río en pleno invierno;
vigilante como si temiera la actitud de los que le rodean;
ceremonioso como si estuviera de visita;
discreto como el hielo que se disuelve;
sincero como la madera virgen;
acogedor como un valle;
turbulento como las aguas turbias de un río caudaloso.
¿Quién puede ser como el agua turbia que se torna en agua calma y cristalina?
¿Quién; siendo inerte, puede volverse lleno de vida?
Sólo el que, comprendiendo el Camino, nunca se sacia completamente.

Lao Tse, en el dan de jing.

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